domingo, 7 de julio de 2013

Noche con mi chica.


Lucia me llevo a cenar a un restaurante, era nuestra primera noche saliendo a cenar juntas fuera, siempre nos habíamos quedado en casa por las noches, porque nos podían las ganas de follar. Pero esta vez decidimos salir, por pasar una cena juntas, y hacer una noche por así decirlo, romántica.


Nos sentamos cada una a un lado de la mesa, yo me moría de vergüenza, mi cabeza bollera anti salir del armario me induce a pensar que todo el mundo nos está mirando y pensando "Son lesbianas" pero no es así, eso solo pasa en mi cabeza, por esa noche, decidí olvidarme del resto del mundo, y centrarme en Lucia. Mientras traían la comida hablábamos de cosas normales, sin contenido sentimental alguno, tenis, música, postres, móviles... Durante toda la comida trate de pensar en formas de sorprender a Lucia, hacer algo que ella no esperara.

Terminamos la cena, trajeron el postre, era mi momento, Lucia movió su mano para coger la jarra de agua, paré su mano con la mía, y se la sujete, lleve su mano hacia la mesa y puse la mía encima, y allí estábamos las dos, dándonos la mano por encima de la mesa, quizá os parezca muy tonto, pero a mi eso me costaba, y la carita de Lucia fue de asombro, se sonrojó y luego sonrió de aquella forma que me hace sentir todas las mariposas del mundo en mi estómago.

Tomamos el postre, y nos fuimos de camino a casa, le di la manita, otra de las cosas que nunca quiero por vergüenza pero esta vez Lucia se lo merecía ya demasiado, y tenía yo que dar mi brazo a torcer. Le tome la mano, me miró asombradisima, le susurre al oído "Este es tu día", se sonrojó mucho más que antes. Me sonrió otra vez, dios es que no me puede tener más enamorada.


Darle la mano en el restaurante y por la calle para mi fueron dos pasos bastante importantes, continuamos andando hasta casa, ademas su carita era algo increíble, irradiaba felicidad plena y atontamiento debido al amor, ya podía atontarla un pelin más y llegar a casa para hacerle el amor como mi chica merecía.

Seguíamos andando, cogí mi móvil del bolsillo, puse cara de asombro como si hubiera visto algo en la pantalla, le dije "mira mira"; se acercó a mi para mirar la pantalla, y le solté un beso en los labios, muy suave y lento, que no se esperaba ni por asomo, suspiro y me volvió a sonreír.


Unos cuatro minutos después llegamos a casa, Lucia no hacía mas que suspirar, atontada y enamorada, y yo lo estaba más, la lleve de la manita al cuarto habiéndole tapado los ojos antes, la puse de pie delante de la cama.


Me desnude, cogí sus manos, las pasé por mi cuerpo, por mis hombros, pecho, torso muslos, para que sintiera que me había desnudado por y para ella. Le dije que se estuviera quieta, y comencé a desnudarla muy despacio, de abajo a arriba, le quité los zapatos, poco a poco le fui besando los muslos, hasta quitarle la falda, seguí besandole el torso por la parte del ombligo, y le baje el tanga, besé muy despacio y suavemente su entrepierna, ella estaba inmóvil, pero su cuerpo estaba caliente, su piel era tersa y suave, era tan perfecta joder.

Deslicé mis manos por su camiseta hasta desabrocharle el sujetador,  metí mi cabeza en su camiseta besandole el torso subiendo hacia arriba. Le quite la camiseta, y continué besándola, su pecho tan comestible, tan besable. Le dí la vuelta y me arrodille, empecé a besar su espalda de abajo a arriba, mientras mis manos acariciaban el lateral de su cuerpo. Llegué a su cuello, lo besé despacio, retirándole el pelo, pasé mi lengua por el y gire su cabeza y su cuerpo hacia mi.

Le di un beso, lento, su lengua se dejo llevar en mi boca, mi lengua en la suya, un beso húmedo, mágico, dulce, en el que nuestros cuerpos se pegaban uno al otro cada vez más. La empuje despacio hacia la cama, y le quite la venda que le tapaba los ojos. Continué besándola tan suave y despacio como antes.


Bajé mis manos a su entrepierna, y acaricié su clítoris, como sospechaba, Lucia estaba húmeda, bajé con la yema de los dedos a la entrada, no paré de besarla, suspiró en mi boca, y me miró fijamente, metí mis dedos, los moví ahí dentro, pero muy despacio, deslizándose al son de sus suspiros y jadeos, un movimiento uniforme.

Mis ojos miraban como ella estaba con los ojos cerrados, gimiendo mi nombre, pidiendo más, en mi estomago las mariposas danzaban a placer, estaba haciéndole el amor al amor de mi vida, y las dos estábamos disfrutando con la otra.


Seguí ese movimiento hasta que sus gemidos fueron máximos, mis dedos muy mojados corrían ahí dentro, dentro de Lucia, que estaba debajo mía entregándose a mí, lo mejor de todo es que se que momentos como este los voy a poder vivir toda mi vida, y lo mejor de todo es que siempre serán con ella.




viernes, 5 de julio de 2013

Piscina. Parte 2.



Llegamos a casa, por el camino Lucia estaba como distante, la incertidumbre de lo que iba a hacer me daba miedito, entramos, y en el mismo rellano, sin esperarmelo, y en un instante, Lucia me empotró de espaldas contra la pared. Me dio un vuelco el corazón, a la vez estaba también cachonda, pesando en todas las cosas que le provocaban y que ella podía hacerme.


Apretó mi cuerpo contra la pared, traté de girar la cabeza, para darme la vuelta y mirarle a la cara pero no pude, así que me quede con la cabeza a un lado y mi cuerpo mirando a la pared. Lucia metió su muslo entre mis piernas, abriendomelas levemente, me dijo que me quitara los pantalones y rápidamente sin oponerme me los quité. Volvió a poner su muslo entre mis piernas, y apretó fuertemente contra mi entrepierna, seguro que noto que estaba empadada, por la provocación de antes y por lo que estaba haciendo ahora. Empezó a pasar su lengua por mi cuello, y subió a la comisura de mis labios, le suplique que me besara, no quiso, quería provocarme y hacerme rabiar, siguió con sus besos por mi comisura y mi cuello, pasando su lengua muy lascivamente.




-Has sido muy cerda esta tarde en la piscina provocandome y ahora lo voy a ser yo contigo, te voy a poner muy perra. - Lucia

Sus palabras recorrieron mi cuerpo, me subió de todo, yo solo quería que Lucia me tirara a la cama y me follara como suele hacerlo, pero esta vez era diferente, estaba ella mas imponente que nunca, salvaje, fuera de si, como si hubiera acumulado ganas de sexo y las fuera a soltar de golpe, haciéndome suya sin compasión, buscando satisfacción sexual total.

Me llevó al cuarto, sin decirme nada y sin dejarme tocarla. Me tiró en la cama, boca arriba, y me impidió realizar un solo movimiento. Lucia iba a enseñarme lo que era una provocación de verdad. Se colocó sobre mi, con una pierna a cada lado, anteriormente se había desnudado por completo, yo ya estaba muy mojada, necesitaba sus dedos en mi, su boca, todo, allí y en ese momento.

Lucia subió hasta mi boca, poniendo su coño sobre mis labios, pero sin tocarme, solo me rozaba muy muy poco, pensé que quería que se lo comiese, así que cogí con mis manos su cuerpo para impulsarme y rocé con mi lengua su clítoris, pero antes de que pudiera darme cuenta, me quito las manos y no me permitió comerle.  Sonrió muy dominantemente, mi cara de asombro y de niña buena seguro que la excitó aun mas.


Me quede flipada, empezó a masturbarse, con sus dedos, con mi boca a centímetros de su coño, se estaba vengando de mi provocación en la piscina, Lucia chorreaba, y yo podía oír y ver como sus dedos entraban y salían y ella gemía, mi cuerpo palpitaba a mil ochocientos. Finalmente Lucia terminó, ahí a nada de mi boca, y no contenta con eso, yo estaba aun más cachonda, no podía mas con mi cuerpo, necesitaba sexo YA. Es demasiado frustrante pero excitante a la vez, ver como tu chica disfruta del sexo ella sola y tu no puedes hacer nada.

Le supliqué, le rogué que quería que me follara, ya, en ese instante y cuanto antes mejor, me dio la vuelta, dejándome boca abajo en la cama, y me levantó las piernas dejándome a 4 patas sobre la cama. Nunca había estado antes en esa posición, me daba vergüenza estar así y confiaba plenamente en Lucia, así que me quede así esperando a que Lucia diera su siguiente paso vengativo por mi provocación.

Se puso detrás mía, y empezó a rozar su coño con el mio, agarrándome la cintura rozaba lentamente, haciéndome abrir las piernas más, quedándome totalmente a 4 patas y ella detrás mía, seguía rozándome, pero muy despacio, como si midiera algo, me volvió a rozar un par de veces, y luego se separó, pidiéndome que no me moviera. Oí ruidos de correas y mi cara era de sustito, pero bueno de Lucia no podía esperar nada malo.

De repente, note como algo me entraba, algo raro para mí, Lucia se había puesto un arnés :o, pero no me dio tiempo a pensar, solo podía gemir, suspirar, jadear y disfrutar. Lucia comenzó despacio, agarrándome el culo con fuerza con sus manos, me tenía delante suya, a cuatro patas, dominándose, me movía hacia delante y atrás para darme muy muy despacio. Jadee un "sigue por dioooooooos" y Lucia empezó a darme más y más fuerte, mis gemidos subieron de volumen, así que la motivación de Lucia aumentó. Me dio mas rápido aun, si se podía, hasta que yo terminara, dejándome rendida, tumbada boca abajo en la cama.

-Ea, ya sabes que pasa si me pones así de perra cuando no puedo hacerte nada ni tocarte - Lucia

Y me da un besito en la frente poniéndose a dormir a mi lado, ¡un besito! Después de la caña que me había dado, que perra que es, pero cuanto la amo.








Piscina. Parte 1


Lucia estaba trabajando de socorrista, yo fui a visitarla a su piscina, porque me aburría en casa, hacer una familia bollera en los Sims no es tan divertido como parece, drama, incendio, niños muertos... Obviamente en la piscina no podían saber que era su novia porque es su trabajo, así que llegué, la salude y me tumbé en frente suya a unos tres metros a tomar el sol. Eran como las 20:30, casi la hora de cerrar, osea que de tomar el sol poco, pero bueno, en bikini me puse.

Había poquita gente en la piscina, solo unos niños en el césped jugando a las cartas, así que Lucia realmente no tenía que vigilar mucho porque bañándose no había nadie, decidí provocarla desde la distancia, para que luego en casa me soltara toda su furia sexual.

Compartíamos miradas furtivas, empecé a acariciarme el torso, y le dije con la mirada a Lucia que estuviera atenta, que no quitara la vista de mi. Ella sentada en su silla de socorrista y yo tumbada en una toalla a 3 metros de ella. Me chupe los dedos de la mano derecha, muy despacio, el índice y el anular, y metí la manita por el bikini, hice varios círculos en mis pezones hasta que se pusieron duros, con lo cual resaltaban bastante por encima de lo que llevaba puesto. La cara de Lucia era de asombro, no podía creer que la inocente Carol, que le daba vergüenza hacer cosas en público, estaba autoacariciandose delante suya. Pero ahí no acaba la cosa..

Le sonreí mas picaramente aún, Lucia estaba inquieta, me acaricié los muslos muy despacio, los ojos de Lucia se clavaban en mis manos, rozando mi piel, pase mi mano por la parte de abajo de mi bikini, me estaba poniendo cachonda la situación, y note a través de el bikini que estaba un poco húmeda, pude notar mi clítoris palpitando suavemente.

Volví con mis manos a mi boca, y pasé la lengua entre el indice y el anular, y me acaricié la entrepierna  de nuevo, con mas ganas aun, por encima del bikini todavía. Lucia estaba poniéndose perrisima seguro, me veía como me tocaba y la provocaba; mientras ella solo admiraba la situación. Seguro que quería ser ella la que tocase.

Quedaban solo cinco minutitos para que Lucia cerrara y se pudiera ir a casa, los niños de las cartas se subieron a su casa. Solo quedábamos Lucia y yo. No pensaba hacer nada mas allá de lo permitido, pero si pensaba provocarla, hacer que chorreara y deseara poseerme y hacérmelo con todas sus ganas.

Me acerqué a Lucia, le metí los dedos en la boca, y hice que me los chupara con decisión, con toda su lengua empapándome los dedos, le sonreí, y volví a tumbarme. Estaba boca-arriba, puse mi mano en mi torso, y baje poco a poco, hasta retirarme el bikini hacia arriba, metiendo mi manita dentro, me toque muy despacio, los dedos chupados por Lucia se deslizaban suavemente por mi coño, tocando con la yema del dedo la entrada, ansiando masturbarme, pero dejándome con las ganas porque eso lo iba a hacer Lucia después en casa, follarme.

Seguí tocándome, provocandola lentamente, hasta que Lucia despertó de su atónito dandose cuenta que era hora de cerrar, y me dijo vamos a casa ya ya ya ya yaaaaaaa.