sábado, 21 de diciembre de 2013

Sex-shop parte 2


Los pezones de Lucia se podían percibir a través del vestido, estaba super sexy, despeinada, con el vestido movido dejando ver sus muslos y parte de sus braguitas, yo estaba casi igual llevaba shorts, estaban descolocados, mi entrepierna palpitaba un poco, no sé como iría Lucia o la chica pero supongo que estarían también mojadas y excitadas por todo lo que estaba ocurriendo allí.

-Oye, no estáis incómodas así, ¿queréis que os enseñe de primera mano el resto de la tienda? - dijo la mujer; nosotras nerviosas perdidas asentimos con la cabeza, el calentón que llevábamos encima no se nos quitaba.

La tienda tenía mas fondo aún, nos llevó a la zona de la ropa interior de chica, corsets, braguitas y cosas por el estilo.

-Hay unos nuevos modelitos muy chulos y picantes, ¿queréis verlos? Bueno, para que esteis mas seguras, me pruebo uno y me decís que os parece.

No pasaron ni 2 minutos, la chica salió con unas braguitas negras y la camisa de cuadros que antes llevaba, vamos que no se había puesto nada nuevo solo se había quitado ropa, podía verse como un pezón asomaba sutilmente cada vez que estaba de perfil, eso nos encendió aún más, la mujer tenía un cuerpo bestial, unas curvas perfectas, era morena de piel, nos perdimos mirándola.

-Tranquilas, he cerrado la tienda, estamos las tres solitas, ya os dije que os iba a enseñar la tienda de primera mano, y quien dice mano, dedo. ¿no? - y así imponente y desafiante se nos acercó empotrándonos de nuevo contra la pared mas cercana.

Lucia y yo estábamos apoyadas en la pared, y la chica nos miraba, empezó a rondarme, acariciándome el cuello, bajando hasta mis pezones, noto que estaban completamente erectos, sonrió, pasó la yema de sus dedos desde mi ombligo hasta mi boca, haciéndome lamerle los dedos con ganas.

Se separó de mi, fue a por Lucia, su vestido seguía levantado, la mujer le bajo las braguitas dejándoselas por los tobillos, puso la mano en su entrepierna, y empezó a acariciarla con los dedos que previamente le había chupado yo. Me puso a mas de mil. Veía a Lucia estremecerse, retorcerse de placer y gemir, toda mi entrepierna palpitaba y estaba completamente húmeda.

Terminó con Lucia, por ahora, y volvió a dirigirse a mi, los mismos dedos con los que había penetrado a Lucia me los volvió a meter en la boca, me supieron a gloria. Notó que mi cuerpo palpitaba, así que no se lo pensó ni una vez más, me bajo los shorts y las braguitas. Y ahí contra la pared, metiendo centímetro a centímetro de dedito, empezó a masturbarme, muy lentamente.

Estaba que no cabía en mi de excitación, me estaban dando contra la pared y Lucia miraba cachonda perdida. Tan cachonda que se arrodilló, su boca rozó mi entrepierna mientras la otra me estaba haciendo aquel dedo, noté su lengua rozarme el clítoris, Lucia se volvía loca ahí abajo, la boca se le hacía agua.

Tenía a mi chica comiéndomelo todo mientras la dependienta me hacía el dedo mas lento que me han hecho jamas, sentía cada latido de su dedo dentro de mi. Lucia alzó la vista mirándome a los ojos, la miré, seguramente noto en su boca todo el calor que acababa de soltar de entre mis piernas. La dependienta me agarró de la barbilla, obligándome a mirarla a la cara mientras su dedo seguía dentro, no me soltó la cabeza, así que seguí mirándola, lo que provocó que la velocidad de masturbación aumentara hasta hacerme correrme sobre la boca de Lucia.

-Bueno, no vas a dejar que tu chica no disfrute de tu lengua ¿no? - dijo la dependienta, incitando a Lucia a tumbarse sobre el suelo. Obviamente no, no iba a dejar a Lucia sin disfrutar de mi lengua.

Tenía a Lucia tumbada con las piernas flexionadas hacia arriba, así que me puse a 4 patas delante suya, metí mi cabeza entre sus piernas. Separé levemente sus labios con mi lengua dejando a la vista el clítoris, Lucia suspiró, lo repetí más despacio, abriendo sus labios.

La dependienta se había ido de repente, pero para volver, y para nuestro asombro traía un arnés puesto, el que estábamos mirando para reemplazar el que ya teníamos.

-Quiero que no te muevas de esa postura a cuatro patas, y tampoco levantes la cabeza, quiero que tu chica chorree de lo perra que la pones comiéndoselo.

A mi cabeza solo se me vino la idea de seguir comiendo, tampoco pensaba parar ya que me encanta hacerlo. Pero también pensé que la mujer querría hacer algo con ese arnés, la inquietud y el nerviosismo se sembraron en mí. Tardaron poco en irse cuando la mujer se puso detrás mía, quitándome todos los miedos me penetró con el arnés estando ella de rodillas detrás mía.

La situación era inimaginable, Lucia boca arriba con las piernas abiertas y flexionadas hacia arriba, yo con la cabeza entre sus piernas a cuatro patas dejando mi coño libre para la mujer, ella aprovechó esto para darme a probar uno de sus arneses, no paró de darme, mis gemidos se ahogaban entre los fluidos de la entrepierna de Lucia.

Oír jadear y suspirar a Lucia me ponía aún mas, me empapaba tanto que el arnés entraba con total facilidad, hasta que Lucia soltó un gemido que hizo que se me empapara aún mas la boca, la dependienta redujo la velocidad, penetrándome, haciéndomelo sentir dentro, cuando lo sacó.

Saco el dildo de dentro de mi, y puso la punta de este en mi coño, me estaba dejando con las ganas, la muy perra. Se puso de pie.

-Ya sabe tu chica como funciona este nuevo arnés - dijo dirigiéndose a Lucia- esta noche la terminas tu.




Sex-Shop parte 1



Entramos en el sex-shop para comprarnos un arnés, Lucia tenía ganas de probar algo nuevo conmigo, yo estaba inquieta, me daba vergüenza entrar en un sitio así y que un señor o una señora nos viera comprar cosas ahí, en cambio Lucia parecía muy tranquila, como si estuviera por su casa en batín vamos.

Mi chica se puso a mirar los dildos y arneses que había por allí, señalándome los que más le gustaban, yo con toda la cara colorada diciéndole "si si ese ese" para salir rápido de allí.

De repente se nos acerca la dependienta,
-¿Necesitáis algún tipo de ayuda?
-Si, gracias, estamos buscando dildos pequeñitos, ¿cuales tienes? - Lucia

Mi cara ya tenía color tomate, la mujer se nos quedó mirando, era morena, tenía unos ojos que se clavaban en nosotras, calculo tendría unos 28 años, llevaba una camisa de cuadros, lo cual trajo a mi cerebro un mensaje "BOLLERA"

-Bueno, pues tenéis este, es normalito, fácil de limpiar, y así como consejo personal, es el que solía usar yo y nos iba genial - nos dijo la mujer.

Osea, confirmado, es lesbiana, eso me tranquilizaba, me hubiese dado mas vergüenza que fuera hetero o que fuese un tío, no me pidáis explicación. Le dimos las gracias y seguimos dando vueltas por la tienda, era bastante grande y había cosas que jamas pensé que existían, como culos de plástico, para meter el pene supongo.

Estábamos al fondo de la tienda, la dependienta iba detrás nuestra sigilosamente haciendo como que pasaba el plumero por las estanterías.
-¿Se pensará que vamos a robar? - le decía yo a Lucia.
-No sé cielo, espero que no piense eso porque sería de coña, con lo buena y bonita que eres - susurró Lucia mientras me daba un besito en la mejilla.

La chica de la tienda se nos acercó, la tía se había desabrochado varios botones de la camisa dejando ver su pedazo de escote, ay dios. Dirigiéndose a Lucia le preguntó que si queríamos algo más que le avisásemos que se le había olvidado mencionarlo antes.

-Eh, tienes algo aquí chica, espera que te lo quite - dijo la dependienta pasando su mano por el cuello de Lucia, acto seguido le comió la boca, en un instante, pude ver como Lucia se ponía roja, y la otra le metía la lengua hasta la garganta, he de reconocer que me puse un pelín cachonda, pero me quedé muda, atónita.

-Tranquila hay más para ti - me susurró la dependienta al oído, puso su boca delante de la mía cogiéndome de la cintura y empezó a jugar con mi lengua lascivamente, mis ojos se abrieron como platos, y los de Lucia mas aún, ¿qué quería la mujer esta?

-No te pongas celosa - le dijo a Lucia, empotrandola contra la pared, la mujer le estaba comiendo la boca con tanto desenfreno que el vestido cortito que Lucia llevaba se estaba levantando dejando ver sus muslos y parte de sus braguitas, me estaba excitando bastante, yo seguía mirando, no podía creerme lo que estaba pasando.

-Eh eh que contigo no he acabado - vino a mi, me empotró a escasos centímetros de donde había empotrado a Lucia, la mujer siguió con mi boca, su lengua iba al compás de la mía, me puso su muslo entre mis piernas, sin dejarme moverme, haciendo que mi entrepierna palpitase por el momento, la situación y todo lo que estaba ocurriendo. Lucia observaba a poquísima distancia, parecía que ninguna de las dos queríamos parar lo que podría pasar mas adelante.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Mis sueños con Lucia


Te imagino con el arnés puesto, que por atrás te queda tipo tanga, poniéndote cachondisima al pensar lo que vas a hacer de aquí a poco. Comiéndome la oreja, susurrándome cerdadas, haciendo que me palpite, tu intención es cegarme, nublarme para poder disfrutarme sin medida, emborracharme con tu boca, te acercas a mis pezones y juegas con ellos, me masturbas usando tu método de las tetas, me estás enloqueciendo. Mojando como siempre, haciéndome sentir muy perra.



 Cuando ya ni me doy cuenta mis piernas están muy abiertas, palpitando, empapada, que si me tocas chorrea por las piernas, inocente, impaciente, me levantas las piernas, te pones en medio y empiezas a rozarme, suspiro y jadeo desesperada, porque me tienes a reventar, esto solo acaba de empezar

Vuelves a engatusarme en tus juegos de seducción, me giras para levantarme y me susurras que me ponga a 4 patas, te subes en mi, para mi todo eso es nuevo, pero me gusta que me domines, me lleves y tengas tantas ganas de hacerme disfrutar, me tocas las tetas lascivamente, me comes la oreja, agarras mi cintura y empiezas a darme desde atrás, gimo y gimo y no me muevo, lo único que hago es abrirme más, mostrándote que mi clítoris está excitado. Tu sigues en tu postura de dominación, dándome y satisfaciendo tu oído con mis gemidos.

Una vez me hayas dado bien a 4 patas, quieres mas, estas excitada, motivada, por una vez te he dejado claro que puedes hacer conmigo lo que quieras, cumplir tus fantasías, yo estoy en trance, he muerto de placer varias veces, pero tu necesitas mas, mis jadeos te ponen,  me dejas caer en la cama, boca arriba desnuda, mi entrepierna mojada, muy mojada, excitadisima por la penetración que se ha llevado. 

Acto seguido te  chupas los dedos, y me los pasas abriéndome los labios de abajo, automáticamente mis piernas se abren, sonríes picaramente, es lo que querías, que me abriese a tu paso Me coges las piernas, te las pones en los hombros. Y estando encima mía  vuelves a darme, esta vez me tienes cara a cara, pero no puedo ni mirarte, estoy gimiendo, me agarras la cara obligándome a mirarte, sonríes, sigo excitada sin parar de gemir, mirándote a los ojos, mientras me estás dando fuerte y seguido con el arnés.

Me estas haciendo abrirme como nunca, mis gemidos no cesan, vuelvo a sentir esa explosión dentro de mi, paras y caes a mi lado, mi cuerpo palpitando, sudado y yo entera empapada, todo esto provoca en ti mayor gana de darme de nuevo, no quieres perder esta oportunidad, no hace falta ni que me engatuses, ya estoy bien empapada y dispuesta a relajarme y abrirme.

Te levantas, no dejas de mirarme desnuda, estoy tumbada boca arriba, quieres volver a darme, no te importa si estoy cansada o no, me elevas y me pones en la pared, apretándome contra ella. Colocas una silla al lado, me levantas la pierna apoyándola en la silla, que lista, así me tienes más abierta; empiezas a apretarme contra la pared para darme bien con el arnés. Otra vez, tercera vez. Me agarro a ti, me aferro para mantenerme de pie, las piernas me tiemblan, pero lo esta disfrutando bien, sintiendo como entra y sale, deslizándose de lo mojadita que voy.


Te gimo como puedo que me voy a volver a correr, tu entrepierna va a reventar de tanto darme y excitarse. Estas en un momento de dominación total, estoy contra la pared, sin moverme,me tienes bien enseñadita de que te avise al correrme, "me corro me corro oh"  y paras en seco, me coges de la cabeza y me arrodillas, te quitas rápidamente el arnés, diriges tu entrepierna hacia mi cara, me empapas la cara de tus fluidos  entiendo que debo comértelo así que me dispongo a ello sacando la lengua, moviendola. Me aprietas contra la pared para  que te lo coma bien, asegurándote que no dejo nada. Mientras me masturbo para poder terminar de correrme por no se cuanta vez consecutiva. Y ahí me hallo de rodillas masturbándome para ti, mientras te como todo, haciéndote saber que soy solo tuya.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Salida de armario de @lapequepink


Me di cuenta que era lesbiana cuando tenía 14 años estaba en la secundaria y lo supe porque mi mejor amiga me gustaba mucho, pero vengo de una familia de clase alta muy tradicionalista que donde se enteraran seguramente me enviaban a algún internado de monjas, huyendo de todo esto me metí en la cabeza que no era lesbiana, por tanto cuando tenía 22 años abandone mi carrera porque mis padres me empujaron a cometer el peor error de mi vida casarme con un tipo que apenas conocía nos fuimos a vivir a USA y hay me di cuenta de que sabiendo lo que era no iba a ser capaz de estar con él, se lo dije claro y sin anestesia “Soy lesbiana y por lo tanto no me voy a acostar contigo”, el sin piedad alguna y sin mostrar algún tipo de sentimiento positivo por mí me dio una monumental paliza que me tuvo en coma 9 días, casi me mata pero mis ganas de vivir me impulsaron a luchar por levantarme de la cama, cuando desperté mi madre llorando me dijo: “Hija sin importa cuales son tu gustos eres mi niña y te voy a querer toda la vida, por favor no te me mueras”, después de varias cirugías y varios meses de terapia, regrese a mi país ya tenía 23 años enfrente a toda mi familia y les dije que era Lesbiana ellos sorpresivamente me aceptaron y me apoyaron, luego les fui diciendo a cada uno de mis amigos más importantes para que no se enteraran por terceros en esa parte no hubo trauma, eso fue hace 5 años y ahora soy muy feliz con mi novia que precisamente es esa mejor amiga de la secundaria que me gustaba tanto.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Salida del armario de @InAWomanDream

Sinceramente, y no se si sera porque se me notaba o que, la gente ,
cuando yo estaba en 3 de la eso,  empezaron a decirme ''Bollo'' o a
mandar indirectas con la palabra ''Tijeras''..
A mi al principio no me molestaba, pero algunos cuantos empezaron a
hacerlo despectivamente, y me empezó a joder un poquito.
Yo en esos momentos me fije en una chica, la cual me pareció bastante
interesante, pero como hacia tanto que no me enamoraba,ni de un sexo
ni del otro, pues pensé que serian tonterías mías, al mes de estar
observándola y mirándola (soy una acosadora he he he),  me di cuenta
que me daba algo, sentimentalmente que me encantaba. Espere unos dios
mas, pero no aguantaba sin saber que ella no me conocía, asique le
pedí el Twitter y Tuenti de ella a una amiga que estaba en su clase,
pues  me gustaba bastante y quería conocerla.
Los de la clase siguieron haciendo el tonto e insultandome, porque si,
ya era un insulto el '''mierda bollera'' o el ''mira la bollera que es
bollera porque nunca ha probado una po**'' me tocaban la moral.

Al final la chica y yo empezamos a congeniar y pues empezamos a salir
(Seguimos saliendo hoy en día , @MiriamLehane, te amo)  Siempre que
saliamos ella y yo, le decía a mi madre que iba con una amiga, hasta
que un dia me dijo mi madre , con mi padre al lado, en casa, y eso que
el no vive con nosotros, -Sofia, esa chica es tu novia? Y yo conteste,
''SI, soy lesbiana''
MI madre se lo tomo muy bien, pero a mi padre le costo bastante, es
mas, le sigue costando..
Luego se enteré mi abuela y luego mi prima, los de la clase se dieron
cuenta cuando me veian con mi chica en el instituto.
Hasta algunos profesores ya se refieren a ella por ''MI chica'' y la
verdad es que la mayoría me dieron la felicitación por ser valiente y
salir así, sin miedo.

Y esta, es mi pequeña salida del armario, de la que , y va por las
bollo reprimidas que me leeis, deberías salir, se respira mejor aquí
fuera.

Salida de armario de @albagomez09

Era mi primer año repitiendo primero de la ESO, y yo había tenido en el curso anterior ciertas amigas de las cuales no eran lo mejor y el año en el que repetía iban a cambiar las cosas. Yo llegaba a clase de Lengua y Literatura después del recreo tarde y me abrió la puerta la profesora, la cual me paró los pies y me puso mas recta que una vela. Al entrar en clase yo me senté en mi sitio y no dejaba de mirar a la profesora, tenía algo que me hacía pensar. Conforme pasaban los días yo no dejaba de pensar en ella, cada día iba más feliz a sus clases y cada día cogía más y más relación y confianza con ella. Empecé a rallarme muchísimo ya que era la primera vez que yo estaba sintiendo algo por una mujer y que encima la mujer era mi profesora y hetero. Al mes o así, era imposible dejar de pensar en ella y mucho menos sacármela de la cabeza, me enamoré por completo de mi profesora. Ella me ayudaba en absolutamente todo, problemas personales, problemas en casa, problemas que tuve con la alimentación, para todo estaba ella ahí y cuanto más estaba, más me enamoraba yo. 
Después de pasar todo un verano enamorada hasta las trancas y sin saber de ella, comenzó el curso de nuevo. En segundo de la ESO, siguió ayudándome y cada día era más la confianza que teníamos. Yo me volvía loca por intentar tener momentos con ella, tanto a solas como con la clase, nos quedábamos a hablar después de clase un rato casi a diario. Hasta que un día, decidí comentárselo a una amiga, ya que eso me estaba consumiendo por dentro. Esta amiga me ayudó muchísimo y me apoyó en todo. Pero llegó el día en el que ella me notó rara y me preguntó que qué pasaba, que sabía que podía contar con ella, que no era la primera vez que me ayudaba. Sólo tuve el valor de decirle, que me sentía rara conmigo misma, que algo en mí estaba cambiando y que no llegaba a asimilarlo todo, ella no entendía nada y al cabo de los días, en un intercambio de clase me colé en la clase que ella acababa de terminar y le dije que había descubierto que mis sentimientos habían cambiado, que era lesbiana y que no sabía cómo iba a poder tirar para delante con todo aquello. Me ayudó en todo, en decírselo a mis amigos, en decírselo a mi madre, e incluso a mi padre (que no llega a ser como el de Zaida, pero poco le falta) Eso ya sería otra historia más larga... Total, que con tanta ayuda, yo seguía hasta las trancas, pero nunca fui lo suficiente valiente como para decirle todo lo que sentía por ella. El curso acababa y sabía que ella cambiaba de instituto, se iba a otra ciudad y sería muy complicado vernos, me aseguraba que seguíamos en contacto por email y por teléfono, que nos quería mucho a todos los alumnos y que quería seguir sabiendo de nosotros. Pero yo no asimilaba no verla a diario, no seguir con ella y no tenerla cerca. El día en el que se fue, lo recuerdo como si fuera ayer, fue lo más duro para mí y yo creo que para ella también, aunque no fueran los mismo sentimientos. Ese verano me lo pasé llorando a más no poder, me costó la vida. Llevaba dos años enamorada de una persona en silencio y esa persona se me había ido. 
A día de hoy imparte clase en otra ciudad, yo ya no soy la misma niña que entonces y ni estoy enamorada, tengo mi novia, pero ella jamás llegó a saber todo lo que yo llegué a sentir. A día de hoy, seguimos en contacto, hay una gran y bonita amistad. 


Esa es la salida de armario con la persona de la cual me enamoré, luego está cuando se lo dije a mi madre que se pensaba que le decía que era lesbiana por ocultarle algo e incluso me vigiló la regla por un par de meses, hasta que se dio cuenta y lo llevó de maravilla. O cuando mi padre se enteró, mirando por mi ordenador todas las fotos que tenía con mi novia, se enteró al año de estar con ella, ella venía a casa durante todo ese año y él no sabía nada, pero llegó el día en el que empezó a sospechar y le dejé mi pc para que hiciera unas cosas (en lo que me mintió) porque se vio todas, cada foto que tenía con mi novia, besándonos, en los viajes que hemos hecho, en su casa, en la mía, TODAS. A día de hoy, mi novia no entra en mi casa, hace ya un año de eso y sigue sin poder entrar.

Salida del armario de @cristemina

Holi bollis. Mi salida del armario creo que fue como la de todo el mundo viene siendo, pero para eso antes tenía que saber que era bolli y me costó mucho, pero eso no toca ahora. El caso es que cuando me di cuenta de que me gustaban las chicas más que a un tonto un lápiz fue cuando tenía 14 años en 3º de la ESO (aunque se veía venir porque siempre me quedaba mirándole el culo a las chicas). El caso es que primero se lo conté a mi mejor amigo que fue el que me ayudó a descubrir que las tías me iban y que me estaba pillando por una de mi equipo.. ais, puto amor de mierda, que mal lo pasé, pero sigo. El caso es que yo siempre he sido la típica chica que pasa de los chicos porque los considera lo más tonto sobre la faz de la Tierra y nada, iba un poco a mi bola hasta que oficialmente, me pillé por una chica. Yo en ese tiempo había discutido con mis amigas, pero lo habíamos arreglado aunque todavía no confiaba del todo otra vez en ellas menos en dos, mi mejor amiga y mi compi de mesa en clase. El caso es que se lo fui contando a mis amigas por el siguiente orden: mi compi de mesa (que me ayudó muchísimo y me apoyó a tope), al resto del grupo y por último a mi mejor amiga, y esta es la más loca de todas y la que más lo aceptó, más me apoyo e incluso, más confianza cogió conmigo. El caso es que yo tenía miedo a salir del armario oficialmente hasta que llegó la noche vieja del 2012 al 2013, o sea este año. Así que mi salida del armario se considera reciente. Me enrollo demasiado ¿eh? jajaja bueno, el caso es que en noche vieja mi madre me confesó algunas cositas que no eran de mi agrado y nada, pillé un pedo impresionante supongo que por olvidar eso y no sé como acabé diciéndole: "mamá, que soy lesbiana, que me he pillao' por Marina". Y lo gracioso de eso es que lo dije delante de dos amigos de mi hermano, pero me importaba una mierda porque iba pedo. El caso es que después de esto seguía encerrada en el armario y declarándome bisexual a pesar de rechazar los penes. 
El caso es que hasta hace unos meses, y gracias a una amiga con la que he acabado como el culo y un vídeo del Bollo Mundo, me juré a mí misma no vivir en el armario, estaba cansada ya de no ser quién de verdad era y eso no hacía que me sintiese bien conmigo misma. ¿Y ahora como hago para salir del armario? Perfecto, pinto una bandera del orgullo y la pego en el armario. Y eso hice. Al poco me puse de perfil en whatsapp una bandera del orgullo y nada. Mis tías me interrogaron por whatsapp (fue muy duro eso, no se callaban nunca, qué cotillas! jajajaja las quiero jo) y nada, se lo dije. Después visité a mi yaya y se lo dije, y ella a pesar de ser antigua me dijo "ea nena si a mi me da igual amigo que amiga, cuando quieras te la traes a comer" pero no tengo novia ju :( El caso es que antes se lo había dicho a mi hermana pequeña y a ésta le faltó montar una fiesta y ponerme un cartel en la frente, será porque tiene 10 años. El caso es que faltaban mi padre y mi hermano. Mi hermano demostró su retraso y el típico tópico de que la homosexualidad se pega o que cuando dormimos con alguien no podemos evitar meterle mano. ¿Cómo lo sé? Porque el muy listo le preguntó a mi mejor amiga súper asombrado "mi hermana es bollera?" . Sí tete, me gustan los jujus, como a ti, ¿qué tiene de raro/malo? El caso es que, no contento con eso, le preguntó si no le daba miedo dormir conmigo a lo que ésta contestó que no (tete, eres gilipollas, pero tk). Bueno, mi padre, se lo diré cuando me eche novia, de aquí a un siglo porque vamos.. Pero mi hermana y mi madre decidieron hacer de las suyas y una noche cenando dijeron que a mi me van los jujus. Mi padre se quedó callado y bueno, oficialmente salí del armario.
Y ahora chicas, os doy ánimo para salir del armario, se pondrá mi twitter (creo) y si queréis seguirme y desahogaros por algo por mí encantada. Yo os recomiendo salir del armario pero no por nadie, por vosotras mismas, porque os sentiréis mejor.

Besos mis queridas bollis. Os quiere una loca más.

Salida del armario de @SrtaBolli


Todo se remonta al 2010, cuando sin darme cuenta acabe enamorada de una chica que estaba a 800 km's de mí. Mi aceptación al darme cuenta de ella fue muy buena, pero como todas mi orientación se quedo en bisexual. Al principio, me daba vergüenza decírselo a mis amigas, hasta que un día mi compañera de mesa vio en mi agenda nuestras nombres y la fecha. En ese entonces cursaba 1º de ESO. Poca gente supieron eso aparte de mi primo, que resulto ser gay. Meses después cambié de instituto por motivos personales, a las semanas, compañeras de clase, me preguntaron que si era bollera, sin ni siquiera conocerme, a lo que conteste que era bisexual, pero mi pequeño corazón se negaba a ello, él sentía que quería sólo mujeres. Gracias a una de mis amigas, en ese entonces, conocí a una chica que me hizo salir por completo del armario ante mis amigas y pasé a ser 'la bollera del instituto'. Casi un año después, nos situamos ya en 2012, conocí a mi ex, cuando apenas llevábamos una semana, un día en la playa (era verano), le solté a mi madre que aquella no era mi amiga, sino mi novia. La verdad que su reacción fue normal, ya que no soy la única en mi familia. Nunca he tenido problemas por mi orientación, aparte de esos que van por la calle matándote con la mirada al verte agarrada a tu chica.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Salida del armario de @unagatarubia

Mi salida del armario fue una apuñalada trapera de una ex amiga mía. 
Un día tan tranquilamente (de eso hace ya 3 años tenia 13 cuando tuve valor de contárselo a mis amigas) en un cumpleaños yo dije ¿que pensáis sobre la homosexualidad?, todas me miraron bien y dijeron que era algo normal y yo sonriente dije ente felicidad. 'Soy lesbiana' a lo Ana y Bea de Aquí No Hay Quien Viva.
Todas me miraron raramente y se rieron y yo pues me ríe con ellas. Yo ya se lo había contado a mis otras amigas pero estas eran de un curso nuevo ya que yo era tan tan vaga que repetí sexto ._.'
Bueno todo guay y tal y yo toda feliz y orgullosa de mi...
Hable de mi chica que en aquel tiempo era Marta bueno que me voy de lo que tengo que contar.
Pues nada llega septiembre de nuevo y paso a primero de la ESO y fue lo PEOR PEOR DEL PUÑETERO MUNDO.
Conocí a gente muy maja y vamos lo de siempre que pasa en un curso (aunque la mayoría eran todas niñatas/os)
Pues me volví a reencontrar con mis amigos/as de la infancia y todo chachi pistachi. Asta que llega el día de la final de fútbol de mi insti ¡A VECES ME PREGUNTO PARA QUE FUI HAY!
Una amiga que ahora es ex amiga mía y encima es familia de mi familia y es una guarra... etc vamos una puta como una catedral de grande.
Pues esa 'amiga' la muy zorra dice a sus amigas: 'Ey esa es bollera'
Las amigas que estaban con ella me miraron mal y se alejaron de mi en plan que les iba a pegar algo y yo en plan por dentro que ganas de meteros de ostias tengo jijiji.
Pues nada a partir de eso repetí curso de nuevo (QUE RARO :O)
Pues nada llega de nuevo un nuevo curso otra vez en el puto primero de la ESO y hay fue cuando todo el puto instituto ¿sabéis lo que es todo el puto insti? Pues eso.
Vienen esas chicas y me dice: '¿Enserio eres lesbiana?' y yo: 'Creo que no es de tu incumbencia'
Y nada de hay empezamos a discutir y las tías me sueltan: 'Foos a ver si me vas a pegar algo o te vas a enamorar de mi' y yo me eche a reír y les solté 'Va tranquilas que seguro que no me enamorare de vosotras y ¿sabéis porque?'
Y ellas en plan: '¿Que?' Todo choni, y yo: 'Porque sois feas'
Las tías se van con el rabo entre las piernas y yo toda muerta de risa.
Bueno esa fue la primera parte de mi salida del armario aun no había salido oficialmente y nada ese año a parte de eso se lo conté algunas amigas mas y tal.
Yo tenia muchísima vergüenza y la gente me preguntaba y yo decía que no, y me sentía mal conmigo misma porque soy lesbiana y tengo que estar orgullosa de mi, porque esto es una gran familia las bollitos, somos las putas amas ¡coño! (lo del coño va por varios sentidos, es un chite lésbico mal echo.)
Bueno pase de curso ahora estoy en segundo de la ESO (debería estar en cuarto dios me he dado cuenta que soy una vaga de mierda) pues nada empece el curso con algún comentario que otro dando a entender que soy lesbiana y nada lo solté así en medio de clase, dije 'Soy lesbiana' pero esta vez hay con dos ovarios bien puestos. 
Y en ese momento llore muchísimo porque mi tutor dijo unas palabras tan tan bonitas que rompí a llorar, ¡ay soy una sentimental! :(
Y bueno a partir de eso salí del armario, a demás se lo conté anteriormente a parte de mi familia (algunas de mis primas y algunos de mis tías/os) y todo bien.
Y esa es toda mi salida del armario, empezó siendo horrible y acabo por ahora siendo la ostia, siendo lo mejor que pude haber echo, lo peor de esto es que en el insti me conoce todo Dios y aparte soy algo popular y conocen a mis padres también así que... solo tengo miedo a mi padre porque en la Historia de 'Zaida y Martita' (yo soy Zaida eh xD) pues mi padre es exactamente así y asusta un poco pero ya se lo contare, cuando viva sola y tenga mi casa y tal...
En fin ya dejo de hablar (escribir) espero que alguna de vosotras que tenga miedo se sienta identificada y la pueda ayudar con esto al menos algo. 

Salida de armario de @LauSmily

Mi "primera" salida del armario se remonta a Octubre del 2011. Creo que toda esta historia ya venía de antes, meses antes, pero me dejé llevar y todo acabó "destapándose" en las fiestas del Pilar de aquí de Zaragoza. Una de mis mejores amigas, después de insinuarmelo mucho, entre bailes, bromas (o eso pensaba yo en aquel momento) y tonterías, acabó diciendome que llevaba 3 años enamorada de mi. Y dios.. yo no me lo podía ni tampoco lo quería creer. La cosa es que me dejé llevar y acabé pilladísima por ella. O no, o era una obsesión. No lo sé. La cosa es que se suponía que ninguna de las dos se lo íbamos a contar a nadie y de repente, un día en el recreo del instituto, mis amigas me preguntaron por ella, por Marina. Yo no estaba muy segura de qué decirles, así que ellas mismas me dijeron que lo sabían todo y estaban encantadas con que me gustaran las chicas. En realidad yo pensaba y aseguraba que solo me gustaba Marina y era hiper hetero. Pero bueno, no resultó ser así.La "segunda" salida del armario es en Marzo. Con una chica de mi clase, Patricia. Al final con Marina no pasó nada y nunca llegamos a besarnos ni siquiera. De hecho, teníamos cierta relación enfermiza la una con la otra y no parábamos de discutir nunca. Así que en medio de toda esa mierda, apareció Pat, la chica de mi clase. Con ella todo fue muy poco a poco y a la vez bastante repentino. Un tanto contradictorio, lo sé, pero ahora que lo pienso, ella se fue acercando a mi y ni me di cuenta. Bueno, estábamos 6h al día juntas, y siempre que me veía mal, estaba ahí para apoyarme y darme ese cariño que me hacía falta. Yo algo me veía venir, pero como no aceptaba que me gustaban las chicas, pues todo costaba un poco más. Total, que en una fiesta de Zaragoza, la típica con ferias y demás, pues yo.. sinceramente no me acuerdo de nada, pero nos liamos en medio del parque y nos vio medio instituto y media Zaragoza. Era la primera vez que besaba a una chica. Así que.. sería la segunda salida del armario en parte. Aunque entre Pat y yo sabíamos lo que había, para el resto del mundo solamente había sido una cosa entre borrachas. Estuvimos saliendo solo dos meses.. en fin.La "tercera" salida del armario, sí que fue por mi parte. Ya estaba harta de que me preguntaran si me gustaban las chicas que si era bollera o era bi y bueno, el ask me lo petaban mucho y solo decía tonterías para no contestar. Así que una noche, a principio de este año, Enero o Febrero, decidí abrirme y soltarlo. A partir de ahí todo el mundo sabe que soy bi y lo que digan algunos me importa muy poco. La verdad es que mis amigos ya lo sabían y no les importaba absolutamente nada, de hecho creo que me quieren más desde que se enteraron jajjaj.La "cuarta" salida del armario.. o más bien, mi madre me metió un empujón y me estampé contra el suelo. Mi madre es evangelista y yo creo en Dios, pero no lo soy. Ahora ya no. Me registró la habitación y encontró mi cuaderno en el que escribía y bueno, lo leyó todo y.. pasaron muchas cosas. No muy buenas, pero bueno.

lunes, 28 de octubre de 2013

Concurso foto tetas dedicada 2

Tenéis hasta el día 1 de noviembre para enviar vuestra experiencia a tuxcasualidadnoserasbollerita@gmail.com (Asunto:mi experiencia) algo como lo que podéis leer a continuación, la ganadora, elegida por Lucia y por mi, y otras dos chicas que elegiré de twitter, se llevara una foto tetas dedicada. Os animo a participar y compartir vuestra primera experiencia comiendo un coño.

EXPERIENCIA F:

Que decir cuando la ves en tu cama, recién desnuda, con su ropa en tu suelo, cuando lo que más deseas es tenerla entre tus brazos y hacerla disfrutar a cada segundo. Que hacer cuando sientes su calor cerca, cuando tienes deseos de lamer cada parte de su cuello, cada centímetro de su pezón. Es inevitable que tus deseos irrumpan, te descontrolen en esos momentos, que tu lengua juegue con su placer por su pecho y que lentamente, a través de dulces besos, llegues hasta su sexo y que la mires, que vuestras miradas se crucen y que sonrías jugando con su nerviosismo e inquietud previos al placer que la proporcionarás. Y es entonces ahí cuando saboreas la parte mas sensible de su cuerpo, cuando la tienes a tu merced, cuando simplemente la das placer con tu lengua, entre sus labios. Es ahí, en ese momento, cuando sus gemidos alcanzan un nivel superior y viene a tu boca todo su placer.

EXPERIENCIA G:

Pues mi primera experiencia fue con mi novia estábamos en mi cuarto ambas sabíamos que lo íbamos hacer, así que cuando ya estaba desnuda sólo tenia las bragas se las quité y le hice algunos chupetones por las ingles para excitarla más entonces me acerqué poco a poco y le pasé mi lengua y note como se estremecía y la empecé a mover rápido hasta que....

EXPERIENCIA H:

Mi primera vez fue con mi chica, en su casa, en su cama. Recuerdo que lo teníamos todo previsto, sabíamos a lo que Íbamos, no tenía que surgir nada. También recuerdo los nervios que tenía que me recorría el cuerpo, la primera vez que alguien me vería desnuda, la primera vez la primera vez que yo vería a una chica totalmente desnuda... Pusimos música fuerte para callar nuestros gemidos y recuerdo como fui poco a poco bajando desde sus labios, sus pechos, su ombligo, hasta llegar a donde tenía que llegar. Empecé a lamer, a jugar con él...era una sensación extraña pero agradable a la vez, me fascinaba ver como se movía de placer, como gemía,como le gustaba lo que le estaba haciendo... Era increíble ver el placer que provocaba mi lengua sobre ella.

EXPERIENCIA I:

Un día estando en clases en la Universidad, me llego un mensaje de texto de mi novia diciéndome: “Hoy me lo comes, te espero en mi casa después de clases”, me puse tan nerviosa que hasta me temblaban las piernas porque yo no sabía cómo se hacía eso, llegue a su
casa ella me abrió la puerta en toalla, y a lo que vinimos, tan novata yo hice lo que se me ocurrió, lamer su clítoris despacito ayudándome con los dedos, haciendo que se mojara, ella me pedía que acelerara y así fue me quede un buen rato hay intentando que se corriera solo con mi lengua y nada, yo me canse y le dije sabes que lo intentamos mañana y me fui, al día siguiente me termino diciendo que me faltaba cancha, eso fue hace 6 años, que me lo pida ahora para ver.

EXPERIENCIA J:

Fue a mi novia, que actualmente (y para siempre) es la misma :3
Ella aparecio, citada por mi en mi casa una magnifica tarde, con unos
pantalones amarillos, que le marcaban sus fuertes y tonificadas
piernas.
Estaba genial, tenia muchas ganas de verla desnuda.
Empezamos a tontear y ya estabamos desnudas de cintura para arriba, y
bastante calientes, yo queria comerselo por primera vez, pero ella,
por incidentes pasados, tenia miedo a ello, asi que tenia que ir
lento, y en vez de molestarme, me hizo entender que era un privilegio
que me estaba entregando.

EmpeCé a desabrocharle los pantalones, y le miraba directamente a los
ojos, estaba bastante nerviosa, pues nunca habia habia comido una
delicia asi...
Le baje los pantalones hasta la rodilla, y empeze a bajarle las
braguitas, me di cuenta de que no podia, y de que ella estaba
nerviosa, asi que empeze a dejarlo asi, y me acerque con la lengua a
su sexo, y la movi un poco, imitando movimientos que habia sentido en
mi dias antes.
Le apretaba las manos, y agarradas a ellas, la miraba a los ojos para
ver como iba ella.
Cogi un poco mas de confianza y le baje las braguitas y los pantalones
por completo.
Ella a cada movimientos de mi lengua en su sexo, cerraba mas los ojos
y respiraba fuerte, asique pense que ya tenia la confianza que yo
necesitaba para ''atacar'' y  empeze a hacer lo que mi lengua y mente
dictaban.

Creo que al final no lo hize tan mal, pues se vino en un precioso y
ansiado orgasmo

Zaida y Martita: Parte 4



Ahí estaba Zaida, andando de seto en seto, de árbol en árbol, caminando cautelosamente pero rápido para no perder de vista a Marta, aunque era imposible que se le fuera del campo visual porque era lo único en lo que se estaba centrando en ese momento. Marta seguía la acera de su calle, iba despacio, parece ser que todavía no había aprendido a patinar muy bien del todo; Zaida empezó a enseñarla cuando su relación comenzó, el primer sentimiento que se le vino a Zaida fue ternura, su pequeña aún no sabía patinar, quizás porque Marta sólo quería ser enseñada por su profe Zaida, y eso le trajo una leve sonrisa a su carita.

Al parecer Marta se dirigía al parque, sí, ese mismo parque donde crearon más de la mitad de los recuerdos que tienen juntas. No estaba muy lejos de su casa, lo cual tranquilizó a Zaida porque no tendría que seguir corriendo detrás de Marta con miedo a que la viera, en el parque Marta se quitaría los patines y con el follaje de los árboles, plantas, setos y tal pues sería bastante fácil no ser pillada en la persecución.

Y así fue, en la entrada del parque, Marta se sentó en un banquito, se quitó los patines, se puso sus zapatos y entró en el parque. Zaida observaba detenidamente la situación, su chica se quitaba los patines, con poca habilidad, siempre era Zaida la que se los quitaba, y luego le hacía la gracia de ser el príncipe poniéndole a Cenicienta los zapatitos, que recuerdos ¿no? Esos recuerdos estaban trayendo a Zaida muy buenas sensaciones, Marta estaba sola, que era lo que Zaida quería, a ver si podía hablar con Marta a solas, sin causarle daño, ni molestarla, solo aclararle todo y luego retirarse o quedarse, como Marta quisiera.

Obviamente Zaida deseaba quedarse, agarrar por el pelo a Marta, besarla, abrazarla, sentir el olor, el cual podía percibir a metros y metros de distancia, quería hacerla reír como solía, quitarle las penas a mordiscos y besos en el cuello. Que Marta volviera a confiar en ella era su principal objetivo.

Marta se adentraba más y más en el parque, Zaida no se lo podía creer, parecía que se estuviese dirigiendo a aquella esquina donde se besaron por primera vez, flipando estaba Zaida... El naranjo seguía igual, luego el estanque de los patos, luego subir el puente para cruzar el río pequeño, y cuentas uno, dos, tres y cuatro árboles, y ahí estaba el sitio secreto de las dos. Siempre ponían varias toallas para estar agusto, se pasaban horas abrazándose, contándose historias, y besándose.

Pues sí, lo que Zaida sospechaba se cumplió, Marta se metió en ese cuarto árbol, puso dos toallas y se sentó. Zaida observaba todo esto desde el árbolito anterior, ¿Ahora que? ¿Entro? ¿Digo hola? ¿La abrazo? ¿Que hago? Zaida barajaba diferentes posibilidades, ¿y si está esperando a alguien y se lo estropeo? Puede que Marta estuviera esperando a otra persona, que no es Zaida, o puede que sí que esperara a Zaida, y que hubiera estado repitiendo estos paseos al parque durante los dos horribles años de lejanía.

Zaida se sentía muy desgraciada, Marta llevaba dos años engañada, esperando a su novia, y su novia no pudo estar ahí, pero no era momento de ponerse mal, era momento de empezar de 0, o bueno, empezar de 1, porque de 0 sería el principio de su cuento.

-¿Eh? ¿Hay alguien ahí? - Marta

Ais , esa voz adorable, dulce, tierna, otra vez, después de un largo tiempo sin oírla volvía su oído a disfrutar de semejante sonido, ahora Zaida necesitaba esa voz a centímetros de su oreja.

Zaida acababa de estornudar, las hojas del árbol estaban rondando por su nariz. Si Marta estaba preguntando si había alguien con tanto ímpetu, era porque no esperaba a nadie, bien, puntito a favor de Zaida.

-¿Hay alguien? Sé que hay alguien, has estornudado dos veces ¿Quien eres? ¿No seras tu mama no? Ya te dije que vendría aquí, me gusta este sitio, me relaja y me calma. -gritaba Marta indignada porque parecía que la estuviesen espiando- ¿Porque no contestas? ¿Quien eres entonces? ¿Belén, Andrea, Paula? Jooo, que me gusta este sitio, que lo entendáis de una vez, que no estoy loca por venir aquí a meditar sola, iros.

El estómago de Zaida sentía mariposillas, emoción, le encantaba oírla así de enfadada porque Zaida con dos besos la ponía a sonreír rapidísimo, estaba nerviosa pero tenía que salir ya, decirle que era ella, que quería verla y explicarle todo, de repente Zaida tosió, estaba cansada apenas había dormido, y tantas emociones tenían su cuerpo fatigado.

-Esa tos, esa tos... la reconocería aunque me cortaran las orejas, ¿Zaida? ¿Eres tu? No, es broma, no puede ser, me estoy imaginando todo. - Marta

La tos se repitió.

-Eres Zaida, estoy segura, ven, acércate, se que eres tu, me da igual que no me quieras y que hayas venido a reírte de mi por esperarte, sal de ahí y acércate aquí ya por favor, llevo dos años viniendo aquí, esperando que ocurra esto, que vengas, te necesito cosita, no se porque no has estado, si me has dejado de querer dime que he hecho mal, ven aquí ya. - Marta

Zaida, a punto de llorar de tristeza y emoción, Marta la esperaba a ella, la llevaba esperando todo ese tiempo, con pequeños pasos se acercó, y tras todo ese caos de distancia y separación, las miradas de ambas se cruzaron.









domingo, 27 de octubre de 2013

Zaida y Martita: Parte 3


Zaida estaba ya desesperada, solo una semana tenía para planearlo todo, Marta estaba a dos días de hacer selectividad, decidir su futuro, irse de vacaciones, y en septiembre supuestamente iría a la universidad, quien sabe si quizás se quedaba en esa misma ciudad, o se iba lejos, muy lejos, donde Zaida jamas podría localizarla, y eso la tenía muy asustada.

Decidió centrarse en la "huida", lo que hacer una vez allí ya lo pensaría durante el viaje de vuelta a lo que siempre había sido su ciudad, y donde para ella, estaba su familia real.

Zaida llevaba ahorrando dinero durante esos dos años, quería escaparse, le daba igual ser una desgraciada y vivir de aquí para allá toda su vida, si así conseguía ver a Marta, explicarle la historia real, e intentar estar con ella, no pensaba en "volver con ella" porque teóricamente no lo habían llegado a dejar, pero en su cabecita Zaida sabía perfectamente que Marta podría haber conocido a otra persona, que quizás era muy feliz, y Zaida no la iba a culpar por ello, porque lo que mas ilusionaba y motivaba a Zaida era ver a su Martita feliz.

"Volver a besarla, a abrazarla, a sentir su boca en mi cuello... su olor, sus sonrisas, sus miradas pícaras, quiero estar a su lado, el tiempo no hará que me rinda, y mucho menos la puta distancia, y las putas circunstancias que me tienen lejos de ella, quiero un futuro a su lado, lo necesito, y lo llevo pidiendo a gritos en silencio todos estos meses, largos y desesperantes meses, quiero volver a darle esa confianza que ella depositó en mi, hacer que se sienta en casa conmigo, porque ella es mi casa"

Zaida sonreía mientras planeaba, al fin y al cabo volvería a ver a Marta, no sabe que pasaría, pero por lo menos la iba a ver, su actitud era positiva, el dinero ahorrado era suficiente. Decidió escribirle una carta a su madre, unas breves líneas donde explicaba sus intenciones.

"¿Te acuerdas cuando lloré aquella noche y viniste a consolarme mamá? No era por suspender aquel examen, era porque echaba de menos a Marta, ¿Y te acuerdas la rabieta aquella por que me rompiste sin querer el CD de Miley?  No era por el simple hecho de no poder oírlo, era porque era de Marta, juré devolvérselo y ahora no voy a poder, pero no pasa nada, le compraré otro. ¿Te acuerdas.... bueno no, no te puedes acordar, porque no te diste cuenta, pero tu hija ha llorado cada noche, se ha comido la cabeza porque ama a alguien y no entiende porque le impiden amar a quien quiera, estos dos años han sido un infierno, espero que perdones mi marcha, sera momentánea, volveré, si estáis dispuestos a quererme por lo que soy, no a obligarme a ser lo que queréis. No llames a nadie estaré bien, lo prometo. Te quiero"


Esa misma noche, Zaida, que supuestamente estaba en la biblioteca estudiando, se dirigió a la estación de autobús, para dirigirse a la capital, y de ahí a la ciudad donde sus sueños arrebatados iban a ser devueltos. Se montó en el primer bus que salía, sin previsión ni nada, simplemente con su mochila, sus ganas, y todos sus ahorros.

Pasó la noche durmiendo en el bus, bueno durmiendo bastante poco, la mayoría del tiempo se dedico a dibujar a Marta en su cuaderno en el cual había escrito durante esos dos años canciones, cartas, frases que dedicaba a Marta desde la más profunda de las tristezas, pero con la llama de amor en su corazón siempre encendida, Imaginaba volver a besarla, y su cuerpo se retorcía de mariposas, no podía creer que por fin había podido escapar de ese infierno, de esa sumisión en la soledad, y en la rigidez de su padre. Era libre.

El día amaneció frío, pero al final ya estaba en la capital, ya solo quedaba coger otro bus que la llevara al pueblo donde Zaida se había criado, y donde esperaba que su Martita la estuviese esperando, al menos para abrazarla, revivir y hablar.

Una hora después cogió ese bus tan esperado, Zaida estaba inquieta, mas aún que cuando Marta le hacía cosquillas cuando estudiaban, si, aun recordaba esos momentos, con melancolía y sonrisa en su rostro, se moría de nervios, quería llegar cuanto antes, aunque en parte tenía miedo, del rechazo, del olvido, de que el tiempo hubiese matado ese amor, porque total, eran pequeñas niñas de 15 y 16 años, ¿Quién la iba a tomar en serio?

Entre dimes y diretes que luchaban en su mente, el autobús tomó una ruta que le sonaba, que le resultaba familiar, vio esos arboles a lo lejos, los arboles gigantes del parque donde por primera vez ella y Marta se besaron. Uno de esos árboles que tiró una piña en la cabecita de Marta, le hizo un chichón tan grande que Zaida estuvo riéndose horas y horas, eso sí cuido a su Martita como si de una reina se tratase, si es que ese amor era real, completamente real, complicidad total y ambas desde el primer día lo sabían.

El vehículo frenó, ea, ya estaba ahí, Zaida estaba tan intranquila que ni siquiera se había preocupado por sus padres, solo tenía en su mente "buscar a Marta", tampoco había planeado como dirigirse a ella, si con confianza, como solía hacer o en cambio ir despacio, por si Marta no la reconocía o la había olvidado.

Reorganizó sus ideas, era hora de encontrarla, era sábado, Marta acababa de acabar los exámenes, ¿a donde iba Marta los fines de semana que no tenía que estudiar? Piensa Zaida, piensa, a sí, se venía al parque conmigo, montábamos en bici, nos columpiábamos como crías y luego íbamos a nuestro rinconcito a besarnos y a darnos mimos... forjando más aún si cabía su amor. Como echaba Zaida eso de menos, el problema era que eso no le valía en ese momento, así que fue a casa de Marta.

Zaida andaba nerviosa, titubeante, no sabía si llamar a la puerta, ¿y si la madre de Marta llamaba a la policía? ¿y si me odiaba por hacer daño a su hija? Zaida llegó a la calle de Marta, decidió ser precavida, solo quería que la viese su Martita, así que pensó en esperar en la acera de enfrente del chalet de lo que ella consideraba aun su novia, detrás de un seto, y ahí vigilar si el amor de su vida salia de su casa.

No hubo pasado ni media hora, cuando Marta salía por la puerta, con los patines puestos, con ese temblor que tenía cuando bajaba las escaleritas de su portal, con su pelo recogido, su camiseta blanca deportiva, sus vaqueros cortos que le marcaban su cinturita, sus piernas morenas torneadas de patinar al sol, el corazón de Zaida subió de mil a dos mil pulsaciones en cuestión de segundos, Marta estaba igual que hace dos años, igual de guapa, de perfecta, de adorable. ¿Qué debía hacer ahora? Por lo pronto se quedó escondida tras el seto, mirando como Marta empezaba su paseo, y no se percataba de que Zaidita estaba ahí a unos 30 metros de distancia.









sábado, 26 de octubre de 2013

Zaida y Martita: Parte 2



Zaida se instaló en su nueva casa, su nuevo "hogar", el que la mantenía lejos de quien ella amaba, a unos 800 km de la que hasta ahora había sido su único apoyo real en la vida, se disponía a llamar a Marta, para decirle que la echaba de menos, que ya se había instalado, y también para darle su nueva dirección y así poder escribirse mutuamente.

"Tininin, tininin, su línea de teléfono ha sido cortada, tininin, tininin" El corazón de Zaida comenzó a palpitar de susto y dolor, fue corriendo a preguntarle a su padre que había pasado con el móvil que porque no le dejaba hacer llamadas.

-Mientras vivas bajo mi techo se acabo cualquier comportamiento homosexual, hasta que te cures o hasta que te independices.

Las palabras se clavaron directas en el corazón de Zaida, en su cabeza, no podría hablar con Marta, ni verla, ni siquiera decirle que todo esta aparentemente bien, la iba a perder, le había prometido visitarla, escribirle y era imposible. El padre de Zaida la llevaba al colegio, le controlaba cada paso y cada vez que Zaida interactuaba con alguien, y por supuesto fuera Internet y fuera móvil. La pobre Zaida estaba amargada, su vida se oscurecía, esta vez de verdad, ahora no parecía que hubiera vivido nada con aquella chica, todo se le estaba desvaneciendo.

Su vida había pasado de lo más feliz que pudiera nunca imaginar a la más fría de las noches en soledad, todo cuanto imaginó se le estaba derrumbando, el comportamiento de su padre, y la pasividad de su madre la estaban llevando a un sufrimiento total. Cada noche reflexionaba, pensaba que podría estar Marta haciendo, la imaginaba llorando, de lamento, de no saber nada de su Zaidita, y a esta eso le mataba lentamente.

Pasaban los meses, Marta estaba atónita, su alocada Zaida mentía, o eso pensaba, Zaida le juró volver, le juro mensajes, cartas, comunicación, le juró que el olvido y la distancia no las mataría, y todo se estaba terminando. Marta poco a poco, a pesar de que su corazón decía lo contrario, decidió olvidarse de Zaida como pudiera, aunque siempre que trataba de ilusionarse por algo o alguien que la hiciera olvidar a ese amor de hace ya un año, una fuerza sobrenatural se lo impedía, en su cabeza siempre aparecía el nombre de esa chica que la había subido al cielo con sus besos, su pequeña Zaida... Marta pasó esas primeras semanas llorando, desconsolada, cada poco tiempo volvía a aquella esquina del parque, lloviera o nevase, a revivir esos momentos con Zaida, "ahí me beso por primera vez", "y justo ahí me pidió mi corazón.." luego caía de rodillas, deprimida porque eso jamas se volvería a repetir, tapándose la cara entre sollozos se quedaba en ese sitio, hasta que una amiga venía a por ella a recogerla, siempre que Marta desaparecía unas horas, sus amigas sabían que estaría allí. Meses después, esa costumbre se fue perdiendo y Marta decidió llevar el dolor por dentro.


Y es así como Zaida se encuentra ahora mismo, tumbada en su habitación, como ocurría al principio del relato, reflexionando acerca de ese amor, hará ya dos años que pasó, su padre sigue igual de controlador, no sabe nada de Marta, no sabe ni siquiera si esta bien, a su cabeza llegaban múltiples tormentos ¿y si le había pasado algo malo?

Zaida estaba dispuesta a esperar a Marta a conservar ese amor, en el fondo le alegraba la idea de no haber hecho el amor con Marta, de haber esperado, porque ahora Marta podría entregarle ese privilegio a alguien que la mereciera. Así pensaba Zaida, se sentía inútil, sucia, sentía que no había merecido nada de lo que Marta le había dado, habían pasado ya dos años, y deseaba con todas sus ganas que Marta la hubiera olvidado y estuviera feliz ahora con otra. Zaida pensaba que había traicionado a Marta, y que por ello Marta ahora mismo ni se acordaría de ella, pero una cosa de la cual no tenía duda, era que en cuanto pudiera iba a verla, aunque solo fuera para verla de lejos y asegurarse que esta bien.

En la cabecita de Zaida había varias opciones, tenía miedo de que cuando pudiera verla Marta ya se hubiera olvidado y si la ve, hacerle daño con el recuerdo, así que pensaba en sólo vigilarla y ver si era feliz, otra opción era ir a por ella, a explicarle todo, pero no pensaba que pudiera creerla.

Zaida tenía un carácter fuerte, luchador, de una u otra forma quería ir ya a ver a Marta, sabía que esta había cumplido ya los 18, iría a la universidad, y quien sabe si se va fuera de su ciudad, o fuera de España, la podría perder para siempre, tenía una semana para planear su huida, y el mismo tiempo para planear como ir a verla sin hacerla sufrir, no sabía como estaba Marta en esos momentos. Aún podía sentir su aroma en la camiseta que le regalo, la cual ponía en la almohada y abrazaba cada noche.

"Cuando hay amor, la distancia y el tiempo no importan, lo que importa es cuanto estas dispuesto a soportar su ausencia para esperar su presencia" Zaida decidió aplicarse esa frase, que acababa de leer en un libro que se estaba leyendo, ella le prometió a Marta una vida, una familia, un futuro, y Zaida esta dispuesta a hacerlo realidad, si Marta aún lo estaba, así que a pesar de la actitud de su padre, su cabeza se puso a maquinar distintos planes para ver a Marta, dos años son mucho tiempo sin ver a tu chica, si su chica, Zaida aún lo sentía así, y esperaba que Martita también, su vida era un abismo sin fin en esos momentos, e iba empezar a escalar desde ya.









Concurso foto tetas dedicada.


Tenéis hasta el día 1 de noviembre para enviar vuestra experiencia a tuxcasualidadnoserasbollerita@gmail.com algo como lo que podéis leer a continuación, la ganadora, elegida por Lucia y por mi, y otras dos chicas que elegiré de twitter, se llevara una foto tetas dedicada. Os animo a participar y compartir vuestra primera experiencia comiendo un coño.



EXPERIENCIA A:

Tenía su coño a escasos centímetros de mi boca. Sabía perfectamente qué hacer con él pero la práctica era otra cosa. Con cuidado fui besando poco a poco su pubis, bajando más tarde a sus ingles, notando cómo se estremecía. Poco a poco fui lamiendo su clítoris y metí mi lengua por sus labios sacándole gritos de placer. Me dejé llevar por sus gemidos y cada vez movía mi lengua más rápido y más intensamente. Tenía mis manos en sus piernas y se las abría cada vez más, sin parar de lamerle cada rincón de su sexo hasta que se terminó corriendo.


EXPERIENCIA B:

Mi primera vez fue con una francesa que conocí,yo era una cría y ella tenía 22 años,rubia,atractiva,ojos azules...un pivón vamos!Una noche nos emborrachamos y nos besamos,me invitó a su casa.En el momento cama,cuándo baje a chupárselo...fue una de las experiencias más placenteras que descubrí.Ella estaba cachondísima,agarrándome del pelo,jadeando...¿y yo? No podía parar de comérselo,me encantaba sentir toda su humedad en mi boca,el clítoris hinchado,toda su entrepierna mojada,mis dedos se movían dentro de ella al son de sus gemidos.Pensaba que el sabor me parecería desagradable,pero al contrario,me puso muy caliente el sentir todo eso; después de probarlo es una comida que incluyo en mi dieta jajaja .Se corrió 874383 veces...yo incluso más porque nunca nadie me habían follado así,aún así estuvimos toda la noche haciendo l'amour

EXPERIENCIA C:

Fue algo repentino, fui a casa de mi novia como inexperta, nunca lo había hecho entonces tenia los nervios normales de ese momento. No estaba planeado pero sabia que lo íbamos a hacer, nos liamos hasta quedarnos desnudas y bueno, me tocaba a mi ya que fui la que tomó la iniciativa, le bese una vez los labios y baje besándola para que se calmase hasta que llegué ahí. Tampoco me lo pensé dos veces y le pasé el dedo índice por el clítoris, hasta que decidí pasar la lengua, era raro pero a la vez me encantaba, ella se estremecía lo cual me hacia moverla mas rápido, era algo nuevo lo cual me excitaba mas y por decirlo de alguna manera, estaba hasta rico, no paré hasta que se corrió y fue una sensación digna de recordar, es un momento memorable. Es increíble que podamos provocar eso en una mujer simplemente con la lengua.


EXPERIENCIA D:

Fue con una amiga, que estábamos de rollo en secreto, empezamos a liarnos como de costumbre, le metí la mano en el pantalón, como siempre solía hacer, pero esta vez me chupe los dedos, me supo genial, y me lancé rapidísimo a comérselo todo, le bajé los pantalones, las braguitas, y lamí, me gusto, me excitó y me puso mas cachonda que nunca, ella jadeaba, me empujaba mas a su coño hasta ahogarme, había veces que me tenía que salir a respirar un poco pero ella me ataba con las piernas mas todavía, me gusto bastante pero me ahogué un poco, supongo que porque ella se puso más cachonda, fue todo en mi casa en la cama.


EXPERIENCIA  E:

Como mi novia lea esto se enfada jajaja, pues a ver, estaba por Chueca con unas amigas, yo ya me había liado con una de mis amigas, y las dos estábamos bastante borrachillas ya, encima ella dormía en mi casa, y a mi esa noche su escote me estaba enloqueciendo todo el rato, se acabó la noche, fuimos a la cama, íbamos super pedo, así que nos acostamos en la misma cama, nuestra lívido estaba por los aires, nos empezamos a tocar super lascivamente, y ella, que tenía experiencia en sexo con chicas, me dijo “cómemelo” y yo me asuste pero fui a por ello, saque la lengua, y ella me iba diciendo “aprieta, círculos, no se que….” Me empapó la boca, me gusto, luego como una energúmena fui a comerle las tetas.


Zaida y Martita: Parte 1.



"Mi vida es muy triste sin ella, no está, ¿cómo puedo ser feliz sino tengo tus miradas? ¿cómo una sola personita en la tierra me ha hecho así de feliz y ahora no tengo nada? Todo por culpa de la distancia, de la separación, de no haber luchado por lo que sentía, si es que soy tonta, debería haberme quedado, me debería haberme dado igual el quedarme, aun alejándome de mi familia, porque si ellos no me aceptan, tendrán que aceptarme por obligación, porque mi verdadera familia, es Marta, es ella con quien quiero compartir mi vida, joder." 

De esta manera, Zaida se torturaba cada uno de los días que no estaba con Marta, debatiéndose entre esos pensamientos que la azotaban noche si, noche también, había sentido algo muy fuerte por aquella chica, y no había conseguido olvidarla. Ellas solían vivir en la misma ciudad, juntas se descubrieron a sí mismas, ambas entraron en eso que llamamos armario, por amarse, por quererse más allá de las normas y de lo permitido en aquella pequeña ciudad. Estuvieron varios meses juntas, de risas, de cuentos, de besos eternos y de momentos que jamas olvidarían, construyendo algo muy bonito entre las dos. Se escondían en un parque que las dos conocían muy bien, y ahí sobre una toalla en el césped pasaban horas y horas besándose, dándose mimos y jurándose que estarían juntas a pesar de todo lo que pudiera venir por ser dos chicas que se quieren.


Pero claro, no era oro todo lo que relucía, los padres de Zaida, eran muy controladores, esa clase de padres para los que a cualquier edad eres su niña y no hay más, haces lo que ellos te dicen; uno de esos días en los que Zaida y Marta iban al parque, el padre de Zaida, las descubrió, tal lió se formó en casa de Zaida, que decidieron llevársela, así que toda su familia se mudó lejos de allí, a varios cientos de kilómetros de donde Zaida conoció a su primer y único amor. Tenía tan sólo 15 años así que no pudo oponerse al traslado.


-Cariño, me tengo que ir, lo siento, te voy a esperar, quiero que me esperes por favor - Zaida
-¿Có..cococomo que te vas?- musitó Marta entre sollozos- ¿A donde? ¿Y yo que? ¿Me vas a dejar aquí sola? 

En ese instante, todos los momentos vividos juntas pasaron por la cabeza de Marta, rapidísimo, sin pararse en ninguno, porque todos habían sido perfectos. No podía creerse que todo iba a terminar de un plumazo.



-Lo siento, es mi padre, nos ha pillado, quiere que me aleje de ti, me obliga a irme, pero tranquila, que no te voy a olvidar, que vendré a verte, te lo prometo, ¿te acuerdas cuando nos escondimos en aquel seto, te di la manita, y te juré que siempre serías mi niña? - Respondió Zaida, con templanza, quería estar tranquila para centrarse únicamente en que Marta estuviese bien.
-Si, claro que me acuerdo, ¿seguiré siendo tu niña? - Marta



-Serás mi niña, mi pequeña, mi novia, mi mujer y todo lo que la vida nos de, la distancia no va a matarnos ¿vale? Te escribiré, vendré a verte - Zaida
-¿Me lo prometes? - Marta, sonreía por momentos, Zaida había dicho la palabra mujer, mujer, eso significaba algo importante, compromiso, Marta siempre había temido que la alocada Zaida la dejase, pero al mencionar solo esa palabra se sintió mas segura que nunca antes.
-Prometido - Zaida.

Se fundieron en uno de los abrazos mas tristes y cálidos que jamas habían vivido en su piel, se besaron, sabiendo que quizás jamas volvieran a repetir un beso así, sonriéndose una a la otra, pero llorando en su interior, aparentando alegría para hacer esa amarga despedida algo mas llevadero. No podían creerse que en cuestión de horas, todo se estaba acabando.

Zaida era una chica valiente, un poco más alta que Marta, aunque más pequeña de edad que ella, Marta tenía 16, llevaba siempre el pelo recogido, era morena, tenía la carita redonda y unas pequitas que volvían loca de ternura a Zaida, esta en cambio, era rubia, de ojos azules, pero azules cálidos, como sus brazos que recogían a Marta de tal manera que la hacían sentir sana y salva en cualquier situación. Ambas sabían que esta separación les haría daño, calculaban unos 3 años para poder estar juntas de nuevo, y en ese tiempo, se escribirían, y tratarían de ir a visitarse para mantener la llama de amor siempre encendida, o eso pretendían...

martes, 1 de octubre de 2013

Eva y Jota, ¿folloamigas o algo más?


-Ven corre, te necesito ahora mismo - Jota
-¿Qué pasa? - Eva
-Estoy supercachonda, corre ven ya, te espero - Jota

Y así eran muchos de los mensajes que Jota y Eva se mandaban mutuamente para quedar para desahogarse salvajamente, tenían una relación en parte de amistad, pero con total derecho a roce, cada una podía llamar a la otra, y en ese momento se veían, para lo que se dice claramente, follar. Jota esperaba a Eva en su habitación, las dos vivían independizadas, así que simplemente cada vez tocaba en cada casa, Eva entró, directamente se tiro sobre Jota.



Jota la esperaba en ropa interior sobre la cama, unas braguitas muy pequeñas negras, y un sujetador cuyas tirantas estaban medio bajadas, al ver esa escena era imposible no ponerse cachonda, y querer tirarse a esa tía buena que tenía sobre la cama, que se iba a entregar a ella de la manera más salvaje posible.

Empezaron a besarse, mientras Eva se iba desnudando como podía, ambos cuerpos jugaban a altas temperaturas, Jota suspiraba con cada prenda que Eva se quitaba, porque cada vez que se desprendía de algo, el cuerpo de Eva tocaba el cuerpo de Jota, piel con piel. Ninguna paraba ningún segundo para descansar, estaban ahí para darle caña a la otra, porque cada una sabía que recibiría lo mismo de la otra, así que a ver quien da más.







Jota se acercó al oído de Eva susurrando "Quítamelo todo" A Eva eso la volvía loca, algo le recorría por dentro, algo le subía de pies a cabeza, pasando por su entrepierna que lo único que hacía era palpitar. Eva tomó a Jota de la mano, ambas se pusieron de pié sobre la alfombra del cuarto. Le dio la vuelta, colocándose Eva detrás de Jota, estaban ya las dos completamente desnudas. Jota de espaldas a Eva, Eva rozando con su entrepierna el culo de Jota, mientras acariciaba su espalda, mientras le comía el cuello, haciéndola sentir muy perra, poco a poco Eva bajo sus manos por el torso de Jota, iba a coger lo que era suyo en esos momentos.


Jota jadeaba, cada vez más húmeda, tenía a Eva detrás excitando cada uno de los rincones ocultos de su cuerpo, primero su cuello, por el que la lengua de Eva se había abierto paso sin control ninguno, segundo porque sentía en sus muslos y parte de su culo como Eva trataba de restregarse para satisfacer todas las humedades que tenía en su entrepierna, y tercero porque la manita de Eva estaba pasando por su monte de venus, el de Jota, dispuesto a bajar más allá; y allí que fue, los deditos de Eva llegaron al clítoris de Jota, movió sus dedos en círculos, Jota se retorcía, lo que la llevaba a poner su culo en pompa contra Eva, y esto a Eva la excitaba más, notaba como de perra se estaba poniendo Jota, cada vez más acaloradas las dos.


Eva a punto ya de explotar, con la mano completamente mojada de tocar a Jota, esta estaba jadeante, lanzando gritos ahogados, deseando ser follada de una vez, deseando satisfacerse, cada una pensaba en esos momentos en su propia satisfacción, en cubrir todas las necesidades sexuales del momento, en bajar ese calenton bestial.

Jota se dio la vuelta rápidamente, no quería ser provocada más, quería ya a Eva follándola, su cuerpo no podía ya palpitar más, iba a reventar, pero Eva no la dejo, la empujó contra la cama, dejándola boca arriba, Eva se colocó encima, pero en sentido contrario, lo que todas conocemos como sesenta y nueve vamos. Ambas se restregaban como podían contra la boca de la otra, querían correrse, ¡lo necesitaban!


Apretaban más y mas, abriendo bien las piernas para que la otra pudiera entrar bien y lamer cada uno de sus húmedos rincones, incluso llegando a poner la puntita de la lengua en la entrada, eso las revolucionaba más. Hacían amago de restregarse y follarse contra la barbilla, se retorcían, hasta que dejaron de estar tumbadas para quedarse haciendo lo mismo pero de lado, descontrol de la situación total. Las dos ya se conocían bastante bien en estas situaciones, todo lo hablaban con los ojos, las miradas, y las palpitaciones corporales.

Jota se giró, dándose la vuelta, sus ganas de follar no hacían mas que crecer y subir de nivel, separó su boca de la entrepierna de Eva, la puso sobre la cama, boca arriba y le abrió las piernas, se colocó a un lado todo con mucha rapidez y desesperación de tantos jadeos sexuales que soltaban, Jota empezó a acariciar el clítoris de Eva, quería follársela ya, así que sin más preámbulos, a parte de comerle la boca, cada una con el sabor de la entrepierna de la otra, lo que las ponía mas cerdas aún; también le metió dos dedos, haciéndole movimientos rápidos dentro, haciéndola vibrar, reventar de placer múltiples veces.


Eva tenía mil quinientos calambres por el cuerpo, calambres de placer, Jota haciéndole de todo le permitía sentir placer con todos los sentidos, un placer al parecer no sólo sexual, Eva iba más allá de solo satisfacer el deseo carnal, advertía cierto sentimiento interior, que le gustaba pero a la vez le inquietaba, aun así Jota hizo que Eva se corriera hasta reventar y caer rendida, los dedos de Jota se habían deslizado sin ningún problema dentro de Eva, ya conocían bien ese terreno, y sabían a la perfección como tocar esos puntos que provocaban más gemidos.

Jota terminó con Eva, Eva no podía seguir más, estaba decaída y extrañada por ese sentimiento que le había asomado en la cabeza mientras se encontraba en aquella situación, no iba a negar tampoco que estaba disfrutando como nunca y como siempre. No tuvo fuerzas para ir a por Jota y comérsela, sino que se quedo tumbada al lado de ella, mirándola, pensando, que que bonito podría ser que todo aquello que acababan de hacer fuera algo más, algo no sólo de satisfacción corporal, sino también del alma.

Eva estaba cansada de pensar en su cuerpo, quería hacerla reír y mientras poder besarla, quería romper esa timidez que caracterizaba a Jota a veces, pero romperla con gestos y palabras, necesitaba no tener que llamarla para poder estar con ella y precisamente en la cama, quería que todo surgiese cuando ambas se sintieran agusto, quería algo más que una relación que estaba empezando a ver como "sucia", le dolía la idea de que algún día eso se acabase y que lo que un día quiso y tuvo al alcance de las manos se le escapase. Lo malo es que su miedo al compromiso le podía, precisamente ambas estaban en esa relación porque las dos habían sufrido antes, en los planes de Eva no estaba enamorarse. No quería volver a quedar con Jota de esa manera, necesitaba paliar esa necesidad de su alma o al menos hablar con ella e intentarlo, pero no quería defraudarla, tenía miedo de alejarla.




¿Qué hacer cuando no quieres estropear lo que tienes? Una amistad a la vez que una relación sexual, pero quieres ir más allá y poder sentirte agusto con lo que tu corazón te dice, obviamente poder follar cuando quieras a la persona que te gusta esta genial, pero si tu corazón quiere algo más, a ti te aliviaría mas que todo fuera a tu manera. ¿Qué haríais vosotras?