viernes, 6 de septiembre de 2013

Miriam y Regina. Parte 1.



Era un día de verano, Miriam estaba sola y aburrida en su casa, vivía en un chalet bastante bonito, con piscina, y un jardín lleno de flores, muy colorido, para tomar el sol era estupendo. No sabía que hacer, tenía un día esplendido por delante y ningún plan por delante. Regina, su novia, estaba en la playa con su familia de vacaciones, no sabía cuando volvería, le dijo a su novia que ya le avisaría, que todo dependía de su familia, del tiempo que quisieran estar en la casa de la playa.

Miriam llamó a Regina por teléfono para saber que tal se lo estaba pasando en la playa, y con los deditos cruzados deseaba que le dijera "Ya voy de vuelta para allá" pero Regina no descolgaba el teléfono, ni a la primera llamada, ni a la segunda, ni a la tercera...

Que tu novia no te coja el teléfono cuando más la necesitas es algo muy frustrante, creo que no hay definición mejor para la palabra frustración. Pero bueno Miriam sabía que si Regina no le cogía el teléfono a pesar de llamarla tantas veces era porque de verdad no podía cogerlo ni hablar en ese momento, o simplemente tenía puesto el móvil en modo silencio.

Pasaron 4 días y Regina seguía sin cogerle el teléfono, e incluso a veces daba apagado o fuera de cobertura, la frustración de Miriam era aún mayor. Esos días Miriam estuvo saliendo a la piscina con alguna amiga suya, y les contaba su preocupación, todas le decían que seguramente Regina había perdido el teléfono, que la habrían castigado sin él, o algo por el estilo, pero una de las amigas de Miriam decía que no, que seguramente Regina estaba pasándoselo bien por ahí con otra y por eso no quería hablar con Miriam, para no sentirse culpable, esa es la típica amiga puta que a veces deseas torturar :)

Quinta noche de desesperación de Miriam, sin saber nada de su pequeña Regina, con el teléfono en la mano, llamando sin parar, en la cabeza de Miriam rondaban multitud de preguntas  ¿y si mi amiga puta tenía razón? ¿y si pierdo al amor de mi vida para siempre? ¿y si todo en lo que creía ahora es mentira? ¿y si aquello por lo que doy todo y pensaba dar aún más se me derrumba? ¿Qué me queda entonces?

No - recapacitó - Imposible, improbable, imbécil yo por pensar estas cosas y dejar que me coman la cabeza otras personas cuando de quien me tengo que fiar es de la persona que me devolvió la vida, Regina me quiere como yo la quiero a ella, no me cogerá el móvil porque no podrá y punto, pero ella me quiere, vendrá pronto, si vendrá en unos días, la abrazaré como nunca, la besaré como nunca, y sabrá todo lo que la he echado de menos a besos, a mordiscos y a momentos en la cama.

Sonriendo entre lágrimas de emoción, reviviendo momentos con su chica, Miriam se quedó dormidita soñando con tener a su novia entre sus brazos, sus labios y sus caricias en la espalda.



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