martes, 1 de octubre de 2013

Eva y Jota, ¿folloamigas o algo más?


-Ven corre, te necesito ahora mismo - Jota
-¿Qué pasa? - Eva
-Estoy supercachonda, corre ven ya, te espero - Jota

Y así eran muchos de los mensajes que Jota y Eva se mandaban mutuamente para quedar para desahogarse salvajamente, tenían una relación en parte de amistad, pero con total derecho a roce, cada una podía llamar a la otra, y en ese momento se veían, para lo que se dice claramente, follar. Jota esperaba a Eva en su habitación, las dos vivían independizadas, así que simplemente cada vez tocaba en cada casa, Eva entró, directamente se tiro sobre Jota.



Jota la esperaba en ropa interior sobre la cama, unas braguitas muy pequeñas negras, y un sujetador cuyas tirantas estaban medio bajadas, al ver esa escena era imposible no ponerse cachonda, y querer tirarse a esa tía buena que tenía sobre la cama, que se iba a entregar a ella de la manera más salvaje posible.

Empezaron a besarse, mientras Eva se iba desnudando como podía, ambos cuerpos jugaban a altas temperaturas, Jota suspiraba con cada prenda que Eva se quitaba, porque cada vez que se desprendía de algo, el cuerpo de Eva tocaba el cuerpo de Jota, piel con piel. Ninguna paraba ningún segundo para descansar, estaban ahí para darle caña a la otra, porque cada una sabía que recibiría lo mismo de la otra, así que a ver quien da más.







Jota se acercó al oído de Eva susurrando "Quítamelo todo" A Eva eso la volvía loca, algo le recorría por dentro, algo le subía de pies a cabeza, pasando por su entrepierna que lo único que hacía era palpitar. Eva tomó a Jota de la mano, ambas se pusieron de pié sobre la alfombra del cuarto. Le dio la vuelta, colocándose Eva detrás de Jota, estaban ya las dos completamente desnudas. Jota de espaldas a Eva, Eva rozando con su entrepierna el culo de Jota, mientras acariciaba su espalda, mientras le comía el cuello, haciéndola sentir muy perra, poco a poco Eva bajo sus manos por el torso de Jota, iba a coger lo que era suyo en esos momentos.


Jota jadeaba, cada vez más húmeda, tenía a Eva detrás excitando cada uno de los rincones ocultos de su cuerpo, primero su cuello, por el que la lengua de Eva se había abierto paso sin control ninguno, segundo porque sentía en sus muslos y parte de su culo como Eva trataba de restregarse para satisfacer todas las humedades que tenía en su entrepierna, y tercero porque la manita de Eva estaba pasando por su monte de venus, el de Jota, dispuesto a bajar más allá; y allí que fue, los deditos de Eva llegaron al clítoris de Jota, movió sus dedos en círculos, Jota se retorcía, lo que la llevaba a poner su culo en pompa contra Eva, y esto a Eva la excitaba más, notaba como de perra se estaba poniendo Jota, cada vez más acaloradas las dos.


Eva a punto ya de explotar, con la mano completamente mojada de tocar a Jota, esta estaba jadeante, lanzando gritos ahogados, deseando ser follada de una vez, deseando satisfacerse, cada una pensaba en esos momentos en su propia satisfacción, en cubrir todas las necesidades sexuales del momento, en bajar ese calenton bestial.

Jota se dio la vuelta rápidamente, no quería ser provocada más, quería ya a Eva follándola, su cuerpo no podía ya palpitar más, iba a reventar, pero Eva no la dejo, la empujó contra la cama, dejándola boca arriba, Eva se colocó encima, pero en sentido contrario, lo que todas conocemos como sesenta y nueve vamos. Ambas se restregaban como podían contra la boca de la otra, querían correrse, ¡lo necesitaban!


Apretaban más y mas, abriendo bien las piernas para que la otra pudiera entrar bien y lamer cada uno de sus húmedos rincones, incluso llegando a poner la puntita de la lengua en la entrada, eso las revolucionaba más. Hacían amago de restregarse y follarse contra la barbilla, se retorcían, hasta que dejaron de estar tumbadas para quedarse haciendo lo mismo pero de lado, descontrol de la situación total. Las dos ya se conocían bastante bien en estas situaciones, todo lo hablaban con los ojos, las miradas, y las palpitaciones corporales.

Jota se giró, dándose la vuelta, sus ganas de follar no hacían mas que crecer y subir de nivel, separó su boca de la entrepierna de Eva, la puso sobre la cama, boca arriba y le abrió las piernas, se colocó a un lado todo con mucha rapidez y desesperación de tantos jadeos sexuales que soltaban, Jota empezó a acariciar el clítoris de Eva, quería follársela ya, así que sin más preámbulos, a parte de comerle la boca, cada una con el sabor de la entrepierna de la otra, lo que las ponía mas cerdas aún; también le metió dos dedos, haciéndole movimientos rápidos dentro, haciéndola vibrar, reventar de placer múltiples veces.


Eva tenía mil quinientos calambres por el cuerpo, calambres de placer, Jota haciéndole de todo le permitía sentir placer con todos los sentidos, un placer al parecer no sólo sexual, Eva iba más allá de solo satisfacer el deseo carnal, advertía cierto sentimiento interior, que le gustaba pero a la vez le inquietaba, aun así Jota hizo que Eva se corriera hasta reventar y caer rendida, los dedos de Jota se habían deslizado sin ningún problema dentro de Eva, ya conocían bien ese terreno, y sabían a la perfección como tocar esos puntos que provocaban más gemidos.

Jota terminó con Eva, Eva no podía seguir más, estaba decaída y extrañada por ese sentimiento que le había asomado en la cabeza mientras se encontraba en aquella situación, no iba a negar tampoco que estaba disfrutando como nunca y como siempre. No tuvo fuerzas para ir a por Jota y comérsela, sino que se quedo tumbada al lado de ella, mirándola, pensando, que que bonito podría ser que todo aquello que acababan de hacer fuera algo más, algo no sólo de satisfacción corporal, sino también del alma.

Eva estaba cansada de pensar en su cuerpo, quería hacerla reír y mientras poder besarla, quería romper esa timidez que caracterizaba a Jota a veces, pero romperla con gestos y palabras, necesitaba no tener que llamarla para poder estar con ella y precisamente en la cama, quería que todo surgiese cuando ambas se sintieran agusto, quería algo más que una relación que estaba empezando a ver como "sucia", le dolía la idea de que algún día eso se acabase y que lo que un día quiso y tuvo al alcance de las manos se le escapase. Lo malo es que su miedo al compromiso le podía, precisamente ambas estaban en esa relación porque las dos habían sufrido antes, en los planes de Eva no estaba enamorarse. No quería volver a quedar con Jota de esa manera, necesitaba paliar esa necesidad de su alma o al menos hablar con ella e intentarlo, pero no quería defraudarla, tenía miedo de alejarla.




¿Qué hacer cuando no quieres estropear lo que tienes? Una amistad a la vez que una relación sexual, pero quieres ir más allá y poder sentirte agusto con lo que tu corazón te dice, obviamente poder follar cuando quieras a la persona que te gusta esta genial, pero si tu corazón quiere algo más, a ti te aliviaría mas que todo fuera a tu manera. ¿Qué haríais vosotras?












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